25.2.14

El experimento Daimler-Chrysler.

En 2002 se llevó a cabo el experimento Daimler-Chrysler con ayuda de la resonancia magnética funcional. La fMRI estudió el cerebro de los 12 participantes mientras se les mostraban imágenes de vehículos, en total se proporcionaron 66 modelos de automóviles. 
La investigación concluyó expresamente con el modelo de coche Mini Cooper. Se observó que cuando los participantes veían el Mini Cooper se incrementaba la actividad en la parte de atrás del cerebro, exactamente la misma región que se activa cuando vemos el rostro de una persona. Ese vehículo recordaba a los individuos a la cara de un bebé. 
Además, los exámenes cerebrales detectaron que los participantes, ante imágenes de coches deportivos, activaban la parte de su cerebro relacionada con la velocidad, las drogas, la adrenalina y el sexo. 
El experimento desvela que cuando tenemos un coche en frente, nuestro cerebro reacciona de manera similar a cuando vemos un rostro humano, por eso unos coches nos dan más seguridad, nos parecen más atractivos o nos produce rechazo. 

HINT! Al di sopra di tutto, la elección de un coche es algo más que apariencia. 


24.2.14

El por qué de la victoria del reto Pepsi.




En 1975 los directivos de la empresa Pepsi-Cola decidieron llevar a cabo el experimento denominado El reto Pepsi, que conllevó grandes gastos publicitarios. El experimento comenzó con el montaje de mesas en los centros comerciales y supermercados de todas partes del mundo donde los representantes de Pepsi repartían dos vasos sin marcar, uno con Pepsi y otro con Coca-Cola, con el objetivo de "arrebatarle a Coca-Cola un trozo importante del dominio de larga duración de la industria de las bebidas no alcohólicas en Estados Unidos" (Buyology, Martin Lindstrom). 
Una vez analizados los resultados,los componentes de Pepsi-Cola Company quedaron satisfechos: Más de la mitad prefería Pepsi a Coca-Cola
La pregunta entonces fue: ¿Por qué Pepsi no obtuvo el liderazgo en ventas?. La respuesta nos la proporciona Carol Dollard,"ex ejecutiva de desarrollo de nuevos productos de Pepsi", alegando la diferencia entre beber un sorbo y beber una lata. Al tomar un sorbo, las personas tienden a inclinarse por el sabor más dulce, en este caso, el de Pepsi, pero al beber más cantidad de dicho producto el azúcar se vuelve cargante. 
En 2003, el Dr. Montague repitió el estudio con la ayuda de resonancia magnética funcional y 67 participantes. Otra vez: Más de la mitad preferían Pepsi a Coca-Cola,estando reforzada esta afirmación con los exámenes mentales. Estos exámenes mostraron un incremento al beber Pepsi en una región del cerebro (putamen ventral) que se estimula con los buenos sabores. Seguidamente se informó a los participantes que el próximo contenido sería de la marca Coca-Cola, en ese momento "se observó un cambio en la localización de la actividad cerebral", además de activarse el putamen ventral se activó también una zona del cerebro relacionada con el pensamiento emocional. Finalmente, el estudio concluye que el pensamiento emocional vence al pensamiento racional, y esa es la razón por la cual Coca-Cola sigue siendo líder en ventas. 


HINT! Al di sopra di tutto, las emociones... son las emociones.